Si un israelita capturaba a una prisionera de guerra en una batalla fuera de Canaán, no podía tomarla en matrimonio inmediatamente.
Antes ella debía raparse la cabeza, cortarse las uñas, quitarse el vestido de cautiverio y llorar a sus padres durante un mes; todo esto para que no resultara atractiva para el yehudí.
Luego, si éste aún deseaba casarse con ella, podía hacerlo; de lo contrario, tampoco podía tratarla como esclava.
Recomendación: Bajar el estudio en la unidad.
Si no realiza este proceso no podrá leer algunas diapositivas.
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